Bueno, mi historia sobre la prueba de fuego que todos pasamos antes de estar definitivamente preparado para tener una Leica es seguramente menos interesante que la de otros compañeros pero os la voy a relatar.
Corría el año 1988 o quizás 1989, no tengo muy buena memoria para las fechas, recuerdo con todo detalle que se anunciaba en las revistas de la época FV y FOTO Profesional el típico eslogan "otoño caliente, duelo de titanes" haciendo referencia a los dos buques insignia de la época que no eran otras que la Nikon F4s y la novísima Canon EOS 1. Yo había estado ahorrando desde el año anterior, todos o casi todos los fines de semana sin salir para comprarme el sueño de mi vida que era uno de estos monstruos que llevaban meses anunciando en las revistas (no había internet) incluso había leído un reportaje en el Google de entonces que eran "Amateur Photographer" "chasseur d'images", no tenia claro cual de las dos compraría por eso me dispuse a viajar a Barcelona para verlas y tocarlas en persona y dejarme aconsejar por el vendedor que no era otro que mi gran amigo ya tristemente fallecido Paco Casanova, el dueño de los actuales locales de Casanova Foto.
De modo que me presente en la tienda temprano para poder tomar una decisión acertada y en caso de dudas volvería sobre mis pasos sin mas, eso lo tenia claro, 200.000 pelas por un cuerpo pelado eran muchas pelas, podía comprarme un buen coche de segunda mano y no tenia ninguno.
Desde pues de una larga y tendida charla con Paco al que desde este texto quiero recordar con todo mi cariño, me dijo que un chaval como yo de poco mas de 20 años que era un simple aficionado no necesitaba comprarse un tanque de esa envergadura, que me bastaba con una cámara avanzada pero mucho mas sencilla, me propuso la Minolta Dynax 7000i que era algo como ahora una Canon 60D o una Nikon D7000, mas que suficiente sin duda alguna y que costaba solo 85000 pelas con un buen lente y no tendría que gastarme 300.000 en la gorda con un lente mediocre. Yo insistía, como muchos chavales ahora imagino que insisten a los vendedores, en aquello de la calidad y la precisión etc etc.
Fue entonces cuando Paco fue a una de sus vitrinas y extrajo de una de ellas un cacharro que me parecía de hierro y de época antediluviana y absolutamente obsoleto y me dijo, mira chaval, si te preocupa la calidad, prueba esto, y la metió en su funda de cuero antigua y me la metió dentro del bolso. Me dijo eso es lo máximo que puedes comprar si te preocupa la calidad de tus fotos, llevatela y pruebala y si te gusta ya me la pagaras y si no te gusta me la devuelves y en paz.
Eran una Leica M3 y un Summicron 50 Rígido, de ambos dos colgaban sendos hijitos con dos minúsculas etiquetas en las que ponía el precio 100.000 y 90.000
De modo que me salí de la tienda con al Dynax 7000i y pague 85.000 pelas de las 300.000 que llevaba en el bolsillo y cogí de la tienda unos carretes de color y de B/N y anduve toda la tarde y toda la noche por Barcelona.
Al día siguiente de regreso llevaba la Minolta casi fundida, había tirado mas de 20 carretes con ella y la M3 a la que puse un carrete Fujicolor 400 la tenia todavía a medio gastar, de modo que para enviar todo junto saque unas fotos de cualquier tontería por casa con tal de agotarlo y así los lleve a la tienda d turno para que me hicieran el revelado de todos, tardaron tres días a traermelos y yo desesperado (cogió un fin de semana de por medio).
El mismo día que llegue guarde la cámara esa antigua en su funda y la empaquete debidamente para devolversela a Paco ya que su uso me pareció muy rudimentario y complicado, ademas no tenia ni fotómetro, había tenido que hacer las fotos a ojo de buen cubero, un coñazo… Y por la noche no podía dormir pensando en que si me quedaba aquel trasto tenia que pagar por el casi doscientas mil pelas y decir adiós a mi sueño de una Nikon o una Canon de las grandes (y eso que no la había pagado todavía), de modo que determine devolverla lo antes posible.
Cuando a la semana siguiente revise las fotos, joer chico que invento esto del Autofoco, sin molestarme en enfocar ninguna, la mayoría estaban nítidas de narices (antes yo tenia una Yashica FX3) y con unos colores muy buenos, también estaban muy bien las de B/N Ilford XP2, pero había un carrete en el que los colores sobresalían de una forma espectacular, algo realmente impresionante parecían fotos en 3d tenían un volumen que no tenían las otras, y fue entonces cuando caí en la cuenta recordando las fotos que esas eran las que había tirado con la cámara antigua, fotos insignificantes, con un encuadre malísimo la mayoría de ellas, pero me llamaban poderosamente la atención todas las de ese carrete. Las miraba una y otra vez, incluso mezcladoras a drede entre varias hechas con la Minolta, las reconocia solo con ver los colores eran absolutamente distintas y había varias muy desenfocadas. En los días siguientes hice varios carretes con ella y me seguía pareciendo un tostón al usarla, pero cuando veja el revelado quedaba absorto mirando aquellas fotos hechas a la nada sin tema y sin nada concreto, eran simples pruebas y tenían algo que me embrujaba como ha dicho algún compañero.
Todavía conservo aquella M3 con aquel Summicron rigido y recuerdo perfectamente las palabras que me dijo Paco aquella mañana en su tienda, "con el paso de los años esta será la única cámara que se revalorizara", la Minolta Dynax 7000i la vendí dos o tres años mas tarde por menos de la cuarta parte de lo que me costo y esta mantiene su valor económico y el sentimental ha subido a las mismísimas nubes...
