Primera exposición: dudas al respecto.

Si buscas en el archivo del foro verás que este tema ya ha salido varias veces pues en España, que había mucha libertad, hemos debido adaptarnos a las normas europeas, que son muy restrictivas.
He contado que tuve que ir a juicio por una foto y lo gané. La juez en ningún momento dudó de mi derecho a hacer fotos por la calle en la que, por supuesto, aparecen personas, coches y algún que otro animal.
Sólo se preocupó de saber: a) la focal que había utilizado y b) la distancia al sujeto que protestaba. En consecuencia: lo que yo declaré, bien aconsejado, es a) que considero un placer y una obligación usar mis conocimientos fotográficos para dejar memoria de cómo es la vida en las calles en estos tiempos y b) que si una persona forma parte de la escena pero no se trata de un primer plano de su cara, puedes fotografiar tranquilo.

A veces, solo o con amigos como Shelby L. Adams y Caruncho, hemos ido con cámaras grandes a lugares complicados. La táctica en tal caso es inversa: plantas el tenderete y dejas que la curiosidad haga su trabajo. Ante la pregunta inevitable de 'para qué es esto' contestas que para documentar la forma de vida con objeto de darla a conocer. Siempre hay un primero que tras dudarlo, se deja retratar. Sacas el papelito –que ya llevas redactado salvo en fecha, lugar, nombre y DNI del fotografiado–, lo rellenas y que te lo firme. Si tienes la gentileza de sacar un pola previo y regalárselo, harán cola para que los fotografíes. Y tú tendrás los permisos de todos, uno por uno, para evitar posibles problemas en el futuro.

En consecuencia: no te preocupes demasiado. Expón tus fotos, las que te parezca que debes exponer, quítate el miedo de encima y –en el remoto caso de que se produjera reclamación– ofrece primero regalar un ejemplar firmado y dedicado y, sólo en el caso de que se ponga borde la otra parte, descuelgas la foto de la expo y la sustituyes.

Piensa con la mentalidad de un jefazo de Iberdrola (es como lo cuento): de 100 reclamaciones sólo siguen adelante 10. De esas 10, 7 se conforman con buenas palabras y alguna satisfacción pequeñita. Las otras 3 van a juicio y, si ganan, pagamos y a pensar que nos hemos ahorrado el 97%. Es de un cinismo escandaloso pero muy práctico para los fotógrafos.