DAVID HAMILTON

Brandt escribió: Hamilton nunca fue santo de mi devoción y conozco sus fotos desde comienzos de los 70. Me pareció blandito y el truco de echar vaho al objetivo un truco barato.
Un fotógrafo más contundente, como Jock Sturgess, también tuvo que soportar acusaciones muy duras. Y el FBI le entró en el estudio y le incautó una buena parte de su archivo.
No sé Hamilton porque, al no interesarme, no seguí su obra pero en el caso de Sturgess –que lo conozco bien– es una completa calumnia. Sturgess es naturista y nudista de toda la vida. Las chicas que fotografía son las hijas de sus amigos nudistas (y nudistas las niñas también). Aunque no salgan en cuadro la mayor parte de las veces los padres están presenciando la toma (todos en pelotas, incluyendo al fotógrafo). Y qué, no hay nada, ni la menor malicia.
Sturgess se cogió tal cabreo que hace tiempo que se autodesterró de USA y vivie en una colonia nudista en Francia, donde sus costumbres son respetadas.

Como anécdota contaré que, hace ya años, quise hacer un trabajo con mi 20x25 sobre parejas nudistas en España. La idea tuvo acepción por parte de la gente con la que hable. Estaban interesados y les hizo ilusión la idea que yo tenía, tal y como se la explique. Pero nunca lo hice porque la exigencia tácita es que mi ayudante y yo también estuviéramos en pelotas mientras trabajábamos. Lo comprendí pero no me vi en ese trance pues no he sido jamás nudista, soy más bien pudoroso, y las alertas me decían que no sería capaz de trabajar cómodo. Para mí, cuando hago retrato fotográfico, es fundamental la relación con el retratado. Debo establecer una comunicación de empatía y sentirnos ambos relajados. La tensión me impide trabajar y doy traspiés, cometo errores tontos y ando descentrado. Soy de concentración absoluta y no me sale nada que valga la pena si me descentro. Pero era un trabajo bonito que nunca haré.